Mentiras para el alma



Brillante luz en el horizonte
del desprecio, de mi mejor amigo,
donde mi lugar retirado
ya no se encuentra vacío.

Y mis plegarias rotas
enquistadas en el olvido,
ruegan el paso casual
de algún Dios divino
que me devuelva el corazón,
o que me de un gramo de alivio.



1 comentario:

Anónimo dijo...

habla de una desilusión quedada en el olvido, y una esperanza que borre lo vivido.